Displasia epifisaria múltiple

La mutación principal de la diaplasia epifisaria múltiple es en el gen COMP en el cromosoma 19, similar a la pseudoacondroplasia, pero con manifestaciones clínicas menos severas. Presenta un patrón de herencia autosómica dominante con alguna forma muy poco frecuente recesiva asociada a una mutación en el gen DTDST. La forma dominante tiene una prevalencia descrita de 1/10.000 nacimientos, pero no suele diagnosticarse al nacer, por lo que se considera que la prevalencia es mayor.

 

 

El cuadro clínico suele aparecer en la infancia precoz con dolor y contracturas en caderas y rodillas y fatiga a la marcha prolongada. Los pacientes presentan una talla en el límite inferior de la normalidad con extremidades más cortas que el tronco. También pueden presentar dedos cortos y rechonchos de las manos y de los pies. El dolor y la aparición de deformidades articulares (genu varo o valgo) progresa y resulta en artrosis precoz por su afectación epifisaria. 

 

 

Los estudios de imagen muestran retraso de aparición de las fisis que son pequeñas e irregulares. Las caderas muestran cambios epifisarios en general simétricos que recuerdan la enfermedad de Perthes o la displasia de Meyer. En las rodillas suele aparecer genu varo o genu valgo, los cóndilos tienen forma cuadrada y plana y el espacio intercondíleo está aplanado. Los metacarpianos y las falanges son cortos y con fisis irregulares. Las vértebras pueden estar afectadas, pero con menos gravedad que en la displasia espondiloepifisaria. 

 

 

En el manejo de estos pacientes, la fisioterapia es imprescindible para mantener la movilidad articular. Las osteotomías correctoras serán necesarias en caso de deformidades importantes.